El partido preveía un duelo igualado atendiendo a las trayectorias de ambas escuadras, empatadas en la clasificación.

La necesidad de ganar después de las dos últimas derrotas exigía a la amarillos. Conscientes de ello, los de Márquez abrieron brecha con el 6-3 llegando al tercio de la primera parte. Diferencia que se ampliaría provocando el tiempo muerto de Alcobendas (9-5) La falta de Gonzalo Velasco se hacía notar. La renta no disminuiría en el devenir del primer acto, dominado por los amarillos.

Así, el buen hacer de la defensa amarilla y la aportación de Pau Gitart bajo los palos mantuvo la diferencia de cinco goles para cerrar el primer tiempo (15-10)

El segundo acto inició con reacción madrileña para ponerse a tres goles (17-14) y disfrutar de bola con la que minimizar aún más los daños del primer tiempo.

Un espejismo que duraría el tiempo que Tubos Aranda ajustó defensa y aprovechó sus opciones de ataque. A las paradas de Pau se unió Magnol en los siete metros. Ánimo en el 40×20 al que se unieron los cánticos de una afición que quería despedir el año a lo grande. Así volvieron las rentas amplias (22-17) a falta de 15 minutos.

El partido, controlado, había que cerrarlo. Roja a Gutiérrez en las filas encarnadas. Un elemento más de desestabilización que permitía seguir cómodo a los amarillos.

Recta final para no fiarse. Del 24-19 se pasó al 25-23. Cinco minutos para el final. Cabeza fría y defensa. Gol de Berbel, réplica madrileña (26-24) Espectáculo. Error de Crespo para establecer la mínima y tiempo muerto de Tubos Aranda. La resolución por delante. Ahora sí, no falló Alcobendas (26-25) Minuto y medio para el final, sucesión de pasivos y gol de Berbel para el 27-25 final. Victoria, la sexta del curso para marcharse al parón con sonrisa.