Tras llegar el descanso con 17-16 en el electrónico el cuadro ribereño cayó de forma estrepitosa en la segunda mitad por 35-20 con un parcial de 18-4 impropio de esta categoría
Complicada lectura la que se puede realizar de un partido tremendamente igualado en la primera mitad pero en el que el segundo acto el equipo visitante desaparece para que el cuadro local lo doblegue como una apisonadora.
Con una diferencia al final del encuentro tan abismal es muy difícil entender que sucedió en Pontevedra, y más cuando al descanso el marcador reflejaba un 17-16 que mostraba una tremenda igualdad entre ambas escuadras.
Tras la reanudación el Tubos Aranda desapareció. Atascado totalmente en ataque, el Cisne lo aprovechó para pasar por encima de la escuadra arandina. Los goles llegaban en el equipo de Pontevedra ante un Tubos Aranda sin alma e inoperativo.
Al final el parcial de 18-4 de la segunda mitad refleja la superioridad de los locales y la ausencia de espíritu combativo en los nuestros.
Dura derrota sí, pero para olvidar rápidamente, cambiar el chip y poner solución a los errores cometidos ante Cisne.