Los ribereños intentaron seguir el extenuante ritmo de los manchegos que rompieron el choque al término de la primera parte (15-12) La escuadra amarilla vuelve a mira hacia abajo con el descenso a tan sólo un punto
El Tubos Aranda quiso pero no pudo. La escuadra ribereña comparecía en el Quijote Arena con la idea de sorprender a los de Urdiales, como ya hiciera Oviedo hace unos días. El resultado no acompaño.
Buen arranque de los de Javi Márquez para aguantar el ritmo de un Caserío fantástico esta temporada. Mediado el primer acto la diferencia hablaba por si sola (10-6) Había mucho que decir aún pero los papeles estaban sobre la mesa. Reaccionó el Tubos Aranda para acercarse al borde del descanso (14-12) e incluso colocarse a un solo tanto de diferencia. Pero Caserío no quería problemas y cerró el primer envite en el 40×20 del Quijote Arena con renta cómoda (15-12)
En la reanudación, partido de exigencia para unos y control para otros. El Tubos Aranda quería meterse en partido pero las rentas de cuatro y tres goles hacían trabajar con comodidad a los manchegos.
La empresa de la remontada era cada vez más compleja con el paso de los minutos. Así se ampliaría la desventaja hasta los cinco goles y siete goles con un nuevo tiempo muerto de Márquez, mediado el segundo acto (25-18)
Con el partido más que cuesta arriba, los ribereños impulsaron si juego para demostrar su carácter competitivo en una cancha que demostraba su hostilidad y la diferencia que existe ahora mismo entre ambos equipos. El duelo se cerró con un marcador de 35-28.
Ahora el equipo vuelve a mirar hacia abajo, a tan sólo un punto, tanto del.playnout como del descenso. Toca pasar página y cerrar bien el año antes del parón el próximo sábado en el Santiago Manguán frente a Alcobendas