Los burgaleses sellan su mejor partido de la temporada hasta la fecha y abandonan los puestos de descenso luego de dominar de principio a fin a los azulones (32-24)
El Tubos Aranda vuelve a sonreír de oreja a oreja tras vencer con solvencia a Servigroup Hoteles Benidorm (32-24). Un inicio de partido con el modo rodillo activado permitió a los ribereños dar rienda suelta a la inspiración y culminar así una tarde brillante que los sitúa fuera de los puestos de descenso. Una vez más, las gradas del Santiago Manguán volvieron a responder y jugaron un papel clave para que los arandinos cosecharan un nuevo triunfo como locales.
Con puño de hierro dominó el Tubos Aranda desde el minuto 3, instante en el que Dalmau Huix abrió la veda de la que sería una nueva actuación para enmarcar dentro de su hemeroteca. El parcial de 6-0 como pistoletazo de salida de los ribereños rompió por completo el partido de manera irremediable cuando aún ya ni se habían cumplido los diez minutos (6-1). Ni siquiera el tiempo muerto visitante o la velocidad ralentizada en la circulación, impidieron que tanto Huix como Alex Berbel lograran bailar al son de un Santiago Manguán entregado con la causa.
Poco a poco, la fiesta fue creciendo, hasta el punto, que también se sumaron otros dos de los habituales en este tipo de escenarios: Arthur Pereira y Pau Guitart. El brasileño combinando a las mil maravillas con Alberto Pinillos, y el catalán brindando una de esas tardes que tantas alegrías han traído al Tubos Aranda. Inexpugnable, sólido e incluso audaz para anotar alguna que otra diana que se transformó en oxígeno para provocar otro parcial de 4-0 que terminaría decantando el encuentro (11-4). Mención especial en el apartado defensivo para Fischer y Rubén Fernández, que supieron comandar una labor tan silenciosa como clave para el devenir del duelo.
Los visitantes lo intentaron por medio de Mane Abdoulah, pero ni aún con alguna superioridad en la recta final de partido lograron dar con la tecla para recortar diferencias. Ejemplo de ello, el gol de Víctor Enebral casi sobre la bocina que puso el 15-7 al intermedio, y que reflejó las dos claras posturas sobre el 40×20: un Tubos Aranda sediento de prolongar su momento dulce… Y un Benidorm algo confuso con las adversidades múltiples de los primeros 30 minutos.
La vuelta de vestuarios no cambió nada en lo vivido en la primera mitad. Arthur Pereira y Dalmau Huix continuaron con su concierto particular, llegando a dar paso incluso a Javi Teijón en portería. El arquero leonés fue sin duda una de las mejores noticias del día, y es que emergió como el gran quebradero de cabeza para los especialistas de penaltis. Hasta tres casi de manera consecutiva desesperaron a un Benidorm que en el minuto 46 arrastraba una diferencia de negativa de diez goles (26-16).
Y con un ataque de orgullo visitante culminó el encuentro. Conscientes de que la diferencia de goles podía ser un factor a tener en cuenta, los de Carballeira combatieron hasta el último suspiro para dejar el luminoso en un contundente, pero menos doloroso 32-24. Tramo final en el que, una vez más, se volvió a respirar la ilusión de una afición entregada con los suyos. La comunión pista-grada volvió a ser el motor de un equipo que firmó el que hasta la fecha podría considerarse como el mejor partido de la temporada.
De esta manera, segunda victoria consecutiva en casa que sitúa al Tubos Aranda fuera de los puestos de descenso antes de recibir la visita del sábado a las 16 horas de Logroño. El choque correspondiente a la Jornada 11 volverá a medir a los ribereños ante uno de los equipos que pelean por la zona media de la clasificación.