La escuadra es derrotada por la mínima en la final celebrada en Nava de la Asunción, y tiene que conformarse con el subcampeonato regional (32-33)
El Tubos Aranda roza con los dedos la Copa Castilla y León. Una última jugada de ataque fallida casi sobre la bocina deja a los burgaleses sin el trofeo, que queda en manos de un Recoletas Atlético Valladolid imponente durante buena parte del encuentro (32-33). Los alumnos de Javi Márquez volvieron a regalar un partido en el que la intensidad y sacrificio jugaron un papel importante, aunque no resultó suficiente para hacerse con el triunfo. Rubén Fernández y Dalmau Huix, con cinco goles, fueron los máximos anotadores del partido.
Arrancó sumamente parejo el encuentro. Y es que la delantera se fue turnando durante casi diez minutos hasta que Recoletas Atlético Valladolid empezó a poner tierra de por medio. Justo antes, el pivote egipcio visitante Mahmoud Abdel Azize vio la cartulina roja tras cortar una ocasión manifiesta de Pol Roy. A partir de ahí, lejos de caerse, el barco de Pisonero empezó a poner el modo crucero. Entre el minuto 11 y 15, los vallisoletanos alcanzaron un parcial de 4-0, que hirió al Tubos Aranda (6-10).
Tras un tiempo muerto solicitado por Javi Márquez, el equipo consiguió reaccionar al mal momento. Pese a que costaba en demasía el encontrar la mejor versión, la entrada de Mosquera a la pista mejoró notablemente al equipo. Nota positiva a la que sumó Javi Teijón, protagonista directo de las cuatro penas máximas erradas por los de Pisonero durante el choque.
La dinámica volvió a sonreír en favor de los visitantes en los últimos siete minutos, que recuperaron la diferencia de goles gracias a la potencia de Edu Calle. Sin embargo, los compases finales jugarían en su contra. Valladolid se lanzó al ataque consciente de que podría sentenciar el encuentro, y acabó por meter al Tubos Aranda en el partido. Fischer y David López, que aprovecharon la portería vacía en apenas diez segundos, pusieron la guinda a un parcial de 4-0 que dejaría el luminoso abierto de cara a la segunda mitad (18-19).
La vuelta de vestuarios mantendría la igualdad sobre la pista del Guerrer@s Naver@s, que no encontraba un claro dominador. Buena descripción la plasmaba un nuevo parcial de 4-0 en favor de los amarillos, que en el minuto 42 volvieron a ponerse por delante casi media hora después (25-24).
Y con 30-30 se llegaron a los últimos cuatro minutos. Cada equipo supo aprovechar sus bazas al contragolpe, aunque bien es cierto que el Tubos Aranda tuvo que pelear con espadas de madera en ciertas ocasiones al encontrarse con numerosas inferioridades numéricas. La balanza sonrío en favor de los azulones finalmente, pero con mucho sufrimiento y una pizca de fortuna como ingrediente extra.
Los de Pisonero tuvieron una última bola para poder sentenciar el encuentro, pero el tiempo muerto solicitado no surtió efecto. Los escasos 40 segundos que restaban al choque se convirtieron en seis y con bola para Aranda. La pizarra de Javi Márquez salió a relucir en busca del milagro sobre la bocina, pero el último lanzamiento de Víctor Enebral no encontró portería finalmente (32-33). De esta manera, Atlético Valladolid se coronaba como campeón de la Copa CyL por primera vez en su historia, y el Tubos Aranda tenía que conformarse con el segundo puesto.
La escuadra arandina descansará mañana y el martes se reincorporará al trabajo con la vista puesta en el amistoso del jueves ante Guadalajara, que se celebrará en el Pabellón Los Nogales de Roa de Duero.