Los pupilos de Javi Márquez pagan caro cinco minutos finales de sequía goleadora y dejan escapar un partido en el que plantaron cara a uno de los equipos llamados a ocupar el pódium de la Liga Plenitude (31-36)
El Tubos Aranda Villa de Aranda cede ante un inconmensurable Bathco BM Torrelavega. Los ribereños no pueden brindar su primer triunfo del curso a la afición del Santiago Manguán a pesar de firmar un partido muy completo de principio a fin, que terminó decantándose en los últimos cinco minutos de encuentro. Los amarillos dieron batalla ante uno de los grandes nombres de la categoría, pero terminando pagando cinco minutos de sequía goleadora en los que el duelo pasó del 31-31 al 31-36 final.
El domingo no fue excusa para evitar que el Santiago Manguán repitiera su imagen festiva. Una celebración a la que se unió casi un centenar de afición naranja, cuya presencia puso la guinda a un ambiente inmejorable. No obstante, el partido siempre tuvo un ligero aroma favorable hacia Torrelavega, que a excepción de un minuto (2-1) en el arranque, nunca fue por detrás en el marcador. Esa primera remontada, ya dejó patente a uno de los grandes protagonistas: Cangiani. El argentino supo encontrar las cosquillas de un Vyunyk que partía como gran novedad en portería, y que se mantuvo durante un largo tramo de la primera mitad. A partir de entonces, Prokop se echó el equipo a la espalda para obtener la mayor renta de la primera mitad a los doce minutos (6-9).
Sin embargo, el ADN resiliente del Tubos Aranda rechazó la idea de dejar escapar el partido. Los golpes de orgullo entre los que Alberto Pinillos y Dalmau Huix contribuyeron en gran medida, equilibraron la balanza a falta de doce minutos. La velocidad al contragolpe y la penalización de errores contrarios desataron un ritmo frenético que finalmente se saldaría con 18-19 al término de los primeros 30 minutos. Un cañonazo de Dalmau Huix, uno de los baluartes amarillos, a falta de 40 segundos, ajustó el partido hasta las distancias mínimas.
La vuelta de vestuarios mantendría las mismas altas revoluciones de la primera mitad. Los ataques rápidos y fluidos tomaron parte del ecosistema táctico y trajeron consigo a dos guardametas inspirados para sus propios equipos: Pau Guitart y Leo Tercariol. Aunque Torrelavega siempre dispuso de una ventaja ligera, también gozó de momentos de sufrimiento en los que el Tubos Aranda pudo poner en jaque el plan de Jacobo Cuétara. Buen ejemplo de ello, el penalti errado por Arthur Pereira, que de haber tenido otro destino, el Tubos Aranda no habría tenido que esperar hasta el minuto 40 para volver a alcanzar el empate.
Y ni por esas el cuadro cántabro dudó de su potencial. Apoyados en la magia de Prokop, capearon hasta en seis ocasiones el empate de los locales dejando la emoción para los últimos cinco minutos. Con 31-31 en el luminoso y el reparto de puntos en juego, el parcial de 0-5 tiró por la borda el gran hacer de los de Javi Márquez. Cinco minutos de sequía (casi dos de ellos con inferioridad numérica) auparon el nivel de un Ángel Fernández que dictó sentencia en favor de los naranjas gracias a sus dos goles (31-36).
De esta manera, el Tubos Aranda se mantiene con un punto en la clasificación, y buscará sumar de dos el próximo domingo en tierras gallegas frente al Frigoríficos del Morrazo.