Los ribereños castigan sin piedad a un BM Logroño La Rioja que no pudo sostener su buena reacción a la vuelta de vestuarios y escalan hasta la décima posición (32-27)

No hay quien asalte el Santiago Manguán. El Tubos Aranda encadena su tercer triunfo consecutivo como local tras arrollar con solvencia al BM Logroño La Rioja (32-27). Un inicio de partido fulgurante, unido a una buena reacción tras el arreón visitante a la vuelta de vestuarios, permite a los arandinos sumar un nuevo +2 y consagrar así una semana brillante para la hemeroteca con un majestuoso 4/4 puntos. Pau Guitart en portería acompañado por una excelsa defensa, y Arthur Pereira en ataque con siete dianas, repitieron como grandes baluartes del encuentro.

La vida puede cambiar en cuestión de meses. Incluso en cuestión de semanas. O menos. Bien lo sabe el Tubos Aranda, que en cosa de seis días ha sido capaz de cambiar el chip de realizar su peor partido en el último año, a consagrarse con dos de los choques más brillantes en lo que va de curso. Y no resultó fácil guardar en el zurrón las dos últimas unidades, puesto que en el inicio, ambos conjuntos entraron al trapo a la hora de imponer un ritmo altísimo de partido. Una verticalidad que no rompió la igualdad hasta pasado el ecuador de la primera mitad, cuando los cañones de Arthur Pereira y Dalmau Huix se encargaron de hacerse con la brújula del choque (12-8).

Desde entonces, no hubo manera de encontrar las cosquillas al Tubos Aranda. Sólidos en defensa, eficaces en ataque y con un Pau Guitart inspirado en portería, los de Javi Márquez supieron imponer su ley sin excesivas complicaciones. La armonía con la afición entonó como en sus mejores conciertos hasta el punto de que la ventaja de tres dianas se consolidó al final de los primeros 30 minutos gracias al último tanto del propio Arthur Pereira. El brasileño sacó partido al tiempo muerto solicitado por su técnico, e hizo todavía mejor su aportación gracias en parte a la rocosa última defensa que permitió al Tubos Aranda irse tres arriba (17-14).

No sentó del todo bien el descanso a los locales. Un parcial de 1-5 comandado por Cadarso penalizó un arranque de segunda mitad espeso, a la par que poco acertado en ambas áreas. Lejos de caer en viejos fantasmas ya olvidados, el equipo de Javi Márquez tiró de orgullo y en apenas de dos minutos recuperó el dominio en el luminoso. Dominio, que por cierto, ya no volvería a perder en toda la tarde. Alberto Pinillos se puso al volante del Tubos Aranda, y a partir de ahí, el buen juego llegaría con la recompensa merecida en ataque (20-19).

Jugadores como Mosquera, Rubén Fernández e incluso Alex Berbel gozaron de protagonismo para forzar un parcial de 5-0 en cuestión de apenas seis minutos y encandilar así el nuevo triunfo arandino. Logroño, castigado por las sanciones e impotente al no aprovechar las superioridades, vio esfumadas de golpe las escasas posibilidades de puntuar ante el vendaval arandino, que no cesó su empuje hasta el último compás (32-27).

Triunfo de enorme mérito para el Tubos Aranda, cuya posición en la tabla cambia al décimo puesto tras encadenar dos victorias consecutivas. Momento dulce el que vive el plantel de Javi Márquez, que visitará a Ángel Ximénez Puente Genil el próximo fin de semana con la posibilidad de alcanzar a un equipo andaluz mermado tras la última derrota frente a REBI Cuenca.