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El Tubos Aranda se lleva un valioso punto en su visita a REBI BM Cuenca (24-24)

El Tubos Aranda se lleva un valioso punto en su visita a REBI BM Cuenca (24-24)

El equipo de Javi Márquez suma su tercer punto del curso a domicilio tras una remontada épica en El Sargal (24-24)

El Tubos Aranda se vuelve de Cuenca con un valioso punto bajo el brazo (24-24). Tras una primera parte llena de altibajos en la que se llegaron a ir a cinco goles por debajo, los arandinos regalaron un recital en la segunda mitad para dar la vuelta al luminoso e incluso contar con la última jugada en sus manos para sumar un +2. Mención especial para Vyunyk, cuya parada en los siete metros a falta de veinte segundos cambió el rumbo del encuentro.

Eléctrico y con mucha adrenalina en ambos conjuntos arrancó el duelo. Aunque las defensas apenas lograban dar con la tecla, las porterías no tardaron en aparecer. Pau Guitart y Pedro Tonicher, que oscilaron el 40% de acierto, firmaron un encuentro para el recuerdo. Ni las inferioridades ni las penas máximas fueron argumentos suficientes para que el rendimiento no bordeara el sobresaliente durante los 60 minutos.

Aunque el mandato en el luminoso se repartió, el ecuador de la primera mitad permitió romper por primera vez el encuentro. Un muy inspirado Cuenca hizo pagar caro los errores de un Tubos Aranda que se aferraba a los goles de Arthur Pereira, Dalmau Huix y Alberto Pinillos (9-7). A partir de entonces, dos parciales de 3-0 fueron los culpables de llevar el choque con 15-10 al descanso. Hasta tres paradas de Tonicher, impulsadas por Pozzer con un tanto sobre la bocina, abrieron una herida que parecía difícil de salvar para los ribereños.

La vuelta de vestuarios reflejó a la perfección del ADN arandino. El equipo de Javi Márquez, consciente de la adversidad, supo transformar la dificultad en reto. Y apenas diez minutos resultaron suficientes para que un parcial de 1-6 igualara la contienda (16-16). Escenario totalmente nuevo y que hizo entender a los locales lo caro que se pueden pagar los errores. Ni con Hackbarth o Fede Pizarro con el modo goleador activado, lograron que un nuevo parcial de 0-3 pusiera al Tubos Aranda por delante por primera vez en casi media hora de partido (19-20).

Y así se llegó a los últimos diez minutos. Un Cuenca exhausto por ver escapar su cómoda ventaja, pero con la posibilidad de remediarlo; y un Tubos Aranda resiliente para recibir cada golpe y transformarlo en fuerza para el siguiente. Si bien en tres minutos, los locales consiguieron un parcial de 3-0 a su favor, pronto el boomerang llegaría de vuelta por parte de los burgaleses gracias a Rogonovs, Pinillos y Dalmau.

23-23, hasta tres exclusiones encadenadas de manera repartida para los conquenses y tres minutos por delante. Lidio Jiménez buscó la estrategia por medio de Pizarro para poner el 24-23, y en apenas diez segundos Rogonovs devolvería la lanza para igualar a 24. A partir de ahí, un minuto para la locura. Los locales contaban con posesión a su favor y el cronómetro corriendo a su antojo… Y para colmo, una pena máxima a su favor a falta de veinte segundos.

Como si el tiempo se parara, El Sargal enmudeció. Un gol encarrilaba su segundo triunfo consecutivo, un error dejaba prácticamente sin posibilidades de llevarse la victoria. Hackbarth y Vyunyk. Vyunyk y Hackbarth. Dos hombres contra el peligro. Un silencio prácticamente sepulcral. Misil del brasileño y cuando todo parecía listo para sentencia, volvió a aparecer el héroe de Guadalajara. El ucraniano no se hizo grande. Se hizo gigante. Y poco había que hacer. Lo había vuelto a hacer, «Big Max» volvía a coronar a domicilio.

Aunque los ribereños dispusieron de una jugada a su favor a la desesperada, finalmente el choque concluyó con reparto de puntos (24-24). Empate a domicilio que vale su peso en oro y que permite a los de Javi Márquez llegar a la decena de unidades antes de una semana en la que Barça y Huesca cerrarán el 2024 amarillo.