Séptimo combate del derbi castellanoleonés entre ABANCA Ademar León y Tubos Aranda Villa de Aranda en el feudo leonés. Ambos, impulsados por una primera jornada positiva, se verán las caras por séptima vez en este escenario y buscarán alargar o romper una balanza descompensada en favor de los locales. El bagaje total se inclina por los blancos con un más que incontestable 7-1-0.

La capital leonesa es una cuenta pendiente para este Tubos Aranda Villa de Aranda. Con el asterisco de la temporada 14-15, el equipo arandino ha contado por derrotas todas sus travesías en el derbi castellanoleonés en Liga Plenitude. Prueba de ello, llegó en la primera batalla en la élite en la máxima competición, en la que Ademar alcanzó su mayor renta histórica con un contundente 35-21. La suerte tampoco sonrió el año siguiente, en el que los locales se impusieron por 37-29 tras decantar el partido en los últimos compases con actuación magistral de Asanin en portería.

En la 14-15, el Villa de Aranda logró traer de vuelta a la capital ribereña un valioso punto que bien pudieron ser dos. El 31-31 final reflejó la igualdad en el luminoso, pero también la remontada leonesa, que al descanso caía por dos dianas. Y es que esa paridad se repitió en la temporada posterior, en la que tan sólo un gol separó al Villa de Aranda de arañar un punto (31-30). Ya en el quinto curso y último continuado del primer periplo en la élite, la historia retomó las diferencias y Ademar asaltó el segundo escalón de la ASOBAL tras vencer por 31-26.

En plena pandemia, y con el Villa de Aranda como recién ascendido, la balanza se mantuvo en el mismo punto. Los pupilos de Alberto Suárez regalaron un partido sumamente competitivo, pero insuficiente para combatir un cansacio que los condenó a un contundente 33-25.

En total, un resumen estadístico de 200 dianas en favor de los leoneses y 162 por los arandinos. O lo que a modo simplificado se refleja en un 11 puntos contra 1. Ahora, con el séptimo asalto en el horizonte, el Palacio de los Deportes de León albergará un duelo en el que las dinámicas de ambos conjuntos alcanzan picos sumamente positivos.